VIDEOS ACERCA DEL LA CULTURA SAN AGUSTÍN
Espacio virtual donde los estudiantes del grado sexto del colegio Hermann Gmeiner SOS en Ibague Colombia, presentan a la comunidad sus experiencias y puntos de vista como resultado de su proceso formativo en esta institucion.
sábado, 30 de octubre de 2010
expocicon
dígenas Colombianos prehispánicos habitantes de la zona central de la Sierra Nevada de Santa Marta cuyos datos históricos se remontan a las crónicas de los conquistadores del siglo XVI que los databan y nombraban en sus constantes informes de las tierras nuevas a los reyes de España. Por tal motivo se sabe que son los únicos habitantes de Colombia durante la conquista que dejaron construcciones en piedra. Los principales asentamientos Tairona se encuentran desde los 1200 hasta los 2000 metros sobre el nivel del mar en los valles de los ríos Buritaca, Don Diego y Palomino extendiéndose hasta cerca del rió Ancho en el oriente. Por el sur se extendía cerca del rió Sevilla, que delimitaban tres provincias Betoma, Tairona y Carbón que según cronistas españoles podían ser organizaciones políticas de los taironas. Su idioma era el chibcha con algunas influencias caribes y arawak, practicaba la música y su instrumento principal era la ocarina.
Datos mas exactos y contundentes llevaron al descubrimiento de Ciudad perdida o Buritaca 200 asentamiento Tairona mas grande hasta ahora encontrado y que enseña de manera explicita la capacidad tecnológica y arquitectónica del grupo indígena. Ciudad Perdida permaneció perdida por alrededor de 400 años y fue construida aproximadamente desde el año 700 d.C. hasta que fue descubierta en 1976 tras la iniciación de exploraciones del Instituto Colombiano de Antropología y de la mano con Julio Cesar Sepúlveda, se dio inicio al descubrimiento y exploración de tan maravillosa obra estructural. Pero no fue este el inicio de la investigación sobre esta ciudad histórica; el Instituto Colombiano de Cultura obtuvo noticias de una ciudad extraviada en las intrincadas selvas tropicales a cuatro días de camino de la ciudad de Santa Marta en 1975, por las condiciones del terreno y lo difícil de su acceso fue denominada esta zona como “El infierno”.
Este asentamiento se estima que albergaba una población de entre 1400 a 3000 indígenas. Era un centro político y económico y el 40% de su área total era dedicado a espacios públicos y el resto para viviendas. Notorias muestras de desarrollo tecnológico se evidencian en la monumental estructura al estar compuesta por 26 terrazas para cultivos la más grande de 900 m2 circundadas por viviendas. Sobresalen también muros de contención que construían para las bases para las zonas habitadas pues levantaban sus viviendas en zonas abruptas y de difícil acceso, por lo cual los largos corredores y escaleras que unían la ciudad, además de canales de irrigación para cultivos que se encontraban alejados de fuentes de agua. Muestra de su invaluable cultura fue su capacidad de encajar su arquitectura al abrupto escenario donde fueron construidas sus ciudades, al entorno natural que los circundaba, demostrando con esto una gran cultura ecológica que inculca respeto por la naturaleza y su ambiente.
Otra población sobresaliente fue la denominada Pueblito por Gerardo Reichel Dolmatoff descubierta por el mismo en 1954 luego del inicio formal de las investigaciones arqueológicas en 1923. De los asentamientos Tairona se han calculado alrededor de 200 aldeas que abarcan desde la costa de la sierra hasta las elevaciones de 2500 metros sobre el nivel del mar donde se evidenciaba la reducción de la población. Se mencionan otros pueblos de no menor importancia como Taironaca, Sincorona, Chairama, Betoma, Taybo y Jeriboca, mencionando solo algunos pocos.
La arquitectura encontrada en las poblaciones muestra casa circulares construidas con base en piedra, levantadas en madera y cubiertas por hojas de palma; el tamaño y ubicación de las mismas hace pensar en la clasificación social que sucedía dentro del grupo. Las construcciones también demuestran que concedían gran parte de su estructura a sitios para la realización de actos relacionados con religión o de actividades sociales.
De su organización social podemos destacar que por ser un grupo numeroso tenían representantes religiosos y políticos en cada aldea que manejaba a su vez aldeas más pequeñas. Los caciques eran considerados los líderes políticos y los naomas los líderes religiosos quienes poseían gran influencia sobre la población en general que dedicaba sus rituales a cultos que especificare mas adelante. Los Tairona vivían en una sociedad polígama (un hombre tenia varias esposas) la sociedad velaba por el bienestar de los ancianos y guardaban los huesos de sus muertos. La ciudad se edificaba entorno a una casa ceremonial en la cual se depositaban dentro de una urna cuentas (especie de collares hechos con piedras semipreciosas como jade, cuarzo, cornalina y conchas) que según el número de piedras determinaban la edad, sexo y posición social de cada individua dentro de una aldea, y que era enterrada en el centro de la casa ceremonial. Los hombres se dedicaban a la agricultura, pesca, caza, tejer hamacas, comerciar y hacer la guerra (eran de índole pacifica y tomaban las armas solamente para defenderse), mientras las mujeres atendían la cocina, el hogar, tejían mantas y vestidos.
El control del poder era ejercido por los caciques y se presume que los naomas los apoyaban o ejercían algo de este poder en las comunidades. Los naomas eran las representaciones simbólicas de las creencias mitológicas de su pueblo. La orfebrería Tairona destacada por sus procesos de fundición de oro, cobre y cera perdida para la manufacturación de adornos ceremoniales que representaban sus dioses (figuras zoomorfas y antropomorfas) utilizando la aleación de el oro y cobre llamado tumbaga, al cual también eran aplicadas técnicas de encobrecimiento y aplicación de colores dorados. Los Taironas eran altamente respetuosos por la naturaleza además de adoradores de la misma, y por tal motivo los animales eran la representación de sus creencias mitológicas y religiosas. Ejemplo claro es la representación del jaguar en muchas de sus prendas rituales, el cual tiene una connotación magnifica que representa al sol como dador de vida a las plantas. El chaman, mama, o naoma era la persona que poseía el poder del jaguar. La serpiente Tairona representaba el movimiento y la muerte, el sapo representaba el órgano reproductor femenino y la fertilidad. También practicaban el homosexualismo ritual. En sus rituales representaban al animal de su simbología con mascaras, penachos, pecheras narigueras y diademas en diversos materiales. El oro representaba al sol y tenia un valor tradicional muy especial y por tal motivo lo usaban para hacer rituales de adoración al sol para pedir la fertilidad de los suelos para las cosechas en lagunas.
Los Tairona eran agricultores por excelencia, las grandes terrazas de cultivos encontradas demuestran sus técnicas irrigación que le permitieron sembrar zonas sin una fuente de agua cercana o en época de sequía y mantener áreas de cultivos de gran tamaño. La agricultura era practicada por los hombres de la tribu; dentro de sus siembras más comunes encontramos maíz, yuca, fríjol, ahuyama, ñame, batatas, ají, algodón y algunas especies de árboles frutales. También extraían miel de los panales de abeja. Al tener una población dispersa desde las zonas altas de la sierra hasta las costas bajas, les permitió tener una adaptación a los pisos térmicos notoria en la variedad de sus cultivos y con técnicas especializadas para cada cultivo que tenían. El comercio se realizaba con las comunidades indígenas cercanas que se proveían de productos como sal, pescado, oro, mantas de algodón, adornos de plumas y las artesanías elaboradas por los Tairona. Con los Muiscas se realizabas transacciones de esmeraldas, oro, conchas y artesanías pero de forma indirecta es decir por medio de las comunidades de las tierras bajas que circundaban la sierra. Se realizaban también intercambios con grupos como los Gaira, Durcino y Ciénaga.
De sus costumbres religiosas se sabe muy poco y hay muy pocas y pobres crónicas que describan de forma verídica sus creencias religiosas, ya que a la llegada de los conquistadores, fueron tachadas como adoradores del diablo, hable anteriormente de los naomas líderes religiosos que había en cantidades apreciables por todas las comunidades y asentamientos. Los españoles llamaron a las casas ceremoniales buhío del diablo. Hacían ceremonias para celebrar acontecimientos tales como las cosechas, cumplían ayunos durante la primera menstruación de las mujeres, y durante el periodo de aprendizaje de un niño a sacerdote. Sus costumbres funerarias eran las de guardar los restos de sus muertos en urnas hechas de tierra cocida, pero también se sabe por investigaciones arqueológicas, que enterraban a los muertos luego de un proceso de secado al fuego y envolverlo en mantas a gran profundidad con todas sus pertenencias. No se sabe a ciencia cierta las condiciones bajo las cuales eran enterrados, se presume que puede tener relación con su orden jerárquico.
A la llegada de los españoles se agruparon en dos grandes grupos, los Bonda en la costa y los Pocigüeica en la sierra.
La comunidad Tairona se opuso ferozmente al sometimiento de los españoles, pro tal motivo fueron arrasados y destruidos casi en su totalidad. Algunos pudieron escapar y establecerse fuera del alcance español y se presume que algunas tribus actuales, son directamente descendientes de su cultura y que habitan la zona de la sierra esta comunidades son los Kogui, los Ijkas y los Sankas, que aun conserva algunas costumbres relacionadas con las características Tairona y algunos objetos en oro y piedra que se presume peden ser heredados de ancestros de su pasada cultura.
Actualmente la Sierra Nevada de Santa Marta es una zona de conservación arqueológica y su acceso es permitido a turistas, arqueólogos, antropólogos e investigadores de todo el mundo por su reconocida espectacularidad llamativa para cualquiera de las ramas del estudio del hombre.
viernes, 29 de octubre de 2010
EXPOSICIÓN DE SANTIAGO VARGAS
LA CULTURA SAN AGUSTÍN
Con el nombre de San Agustín se conoce en Colombia, Suramérica, una importante región arqueológica, en la que se han hallado varios centenares de esculturas monolíticas, que indican que allí floreció desde remotos tiempos una cultura, que hoy es objeto de estudio por parte de misiones científicas para establecer los orígenes y los rasgos peculiares de este pueblo. Se inició, a partir del Siglo XXXIII a. C., una cultura que presenta ya un considerable desarrollo en el Siglo VII a. C. , según las fechas de Carbono 14 obtenidas recientemente asociadas a la agricultura, la cerámica, la orfebrería y el arte escultórico.
Las diferencias marcadas entre objetos,indumentaria, vestuario y trabajo lítico, observados en las esculturas, hace suponer que la necrópolis de San Agustín fue el lugar donde varias etnias americanas desde lugares distantes traían sus muertos principales a sepultar y de la que hacen parte el Parque Arqueológico Nacional de Tierradentro y el Parque Arqueológico de San Agustín
ORGANIZACIÓN SOCIAL
Los rasgos peculiares que caracterizan el florecimiento de la cultura de San Agustín, entre el 300 d. C. al 800 d. C., tales como el gran desarrollo de la estatuaria lítica, que presenta una etapa ya muy avanzada desde el siglo VII a. C., la construcción de grandes terraplenes o aterrazamientos para la localización de las necrópolis, la edificación de muros de contención, las tumbas revestidas con grandes lajas de piedra, algunas, las principales, cubiertas con montículos artificiales coronados con templetes funerarios, las fuentes ceremoniales labradas en la roca viva, reflejan una adelantada organización del trabajo y una estratificación social y política. La escultura, en particular, indica claramente una verdadera especialización del trabajo, ya que esta actividad, dado el grado de complejidad y de adelanto que alcanzaron sus artífices, supone una gran habilidad profesional, un notable talento artístico y en especial un profundo conocimiento de las creencias mágico-religiosas de la tribu, a través de una larga tradición de tales manifestaciones religiosas. Además, diferencias que se aprecian en la estructura de los sepulcros de un mismo yacimiento, sin indicaciones claras de una secuencia cultural, hablan más de una estratificación social, puesto que la cerámica y otros elementos del ajuar funerario atestiguan la contemporaneidad de unos y otros. Tal estratificación estaría basada sobre la diferencia entre los grupos ocupacionales y en la jerarquía política y religiosa, consolidada en la formación de pequeños señoríos, una organización típica de la mayor parte de los grupos indígenas encontrados por los españoles en el siglo XVI en la región andina de Colombia.
UBICACIÓN
ORGANIZACION POLITICA
Poco se puede afirmar sobre el modelo de organización política de este pueblo escultor. La sociedad agustiniana se organizaba en "Cacicazgos" con una clara estratificación social y económica de la población. En este caso, el papel de los líderes políticos y religiosos habría sido destacado, sin embargo, es seguro que los pobladores más tardíos no tenían un sistema complejo de organización política.
Los pobladores de la cultura San Agustin eran muy buenos para trabajar con metales y piedra. Muchos artefactos con diseños sorprendentes se han encontrado en los últimos años en la región que habitaron.
La cultura de San Agustín es conocida por sus rituales funerarios complejos, donde el líder religioso fue un chamán, que llevaba una piel de Jaguar para representar su autoridad, el jaguar fue adorado y considerado generalmente como un símbolo de poder en la región.
La escultura era sorprendente, de gran tamaño y eran hechas de piedra. Estas enormes estatuas se caracterizan por su gran dimension y diseño, algunos miden hasta 5 metros. Las estatuas fueron hechas con fines religiosos, y se colocaban principalmente en los cementerios y otros lugares de entierro para acompañar al cadáver. Las mayorias de las esculturas comparten una mezcla de aspectos humanos y características animales, es decir, caracteristicas antropomorficas y zoomorficas. Muchas de estas piezas escultoricas se puede observar en el Parque Arqueológico de San Agustín, Colombia.
COSTUMBRES
Las culturas prehispánicas de América que nos han dejado huellas vigorosas de su existencia, son universalmente conocidas, La Inca, La Maya, y la Azteca. Sin embargo, existen otras culturas prehispánicas mucho menos conocidas y que, aún así, merecen atraer la atención de los especialistas y del público en general, por la grandeza y belleza de sus vestigios. Tal es el caso de la cultura de San Agustín, cuya milenaria herencia de piedra podemos hoy admirar en Colombia dentro del departamento del Huila.
Los monumentos denominados como agustinianos, integrados por estatuaria lítica, dólmenes y montículos, que en gran número se encuentran diseminados en un hermoso y extenso territorio del Macizo Colombiano; constituyeron el más importante centro de producción escultórica de toda la región andina, durante la época precolombina.
Cuando se produjo la Conquista, los monumentos funerarios que siglos atrás habían sido hechos en el valle que domina el primer curso del río Magdalena, yacían abandonados por circunstancias que todavía no se conocen bien. Una densa vegetación poco a poco, había cubierto de bosques el territorio ancestral que durante milenios, fuera el hábitat de una de las culturas prehispánicas más importantes de Colombia, tal como lo atestigua su estatuaria lítica monumental.
Los sitios donde anteriormente se había elegido los centros ceremoniales dedicados a culto funerario, o los lugares de habitación y los campos de cultivo, desaparecieron por la acción incontrolada de la naturaleza especialmente feroz en este medio.
En el transcurso del Siglo XVI, cuando lentamente comenzó a producirse la penetración española en la región del Alto Magdalena, esta se encontraba poblada por numerosas tribus indígenas, como son los Quinchana, Mulales, Laculata y Laboyos. Es posible que hubieran ocupado este territorio debido a las presiones migratorias ejercidas por otros grupos, en épocas anteriores, a través del Alto del Magdalena.
El desconocimiento de los vestigios de esta cultura durante la Conquista fundamentalmente se debe a dos hechos: En primer lugar, esta cultura se extinguió antes de que llegaran los españoles por lo tanto no existió contacto. En segundo lugar porque principalmente se trataba de imágenes escultóricas, hechas para ser depositadas dentro de túmulos funerarios, que eran construcciones muy sencillas, que por esas mismas características rápidamente podían ser recubiertas por la vegetación, obras totalmente diferentes a la arquitectura pétrea colosal, que los conquistadores encontraron en México ó Perú.
Con el nombre de San Agustín se conoce en Colombia, Suramérica, una importante región arqueológica, en la que se han hallado varios centenares de esculturas monolíticas, que indican que allí floreció desde remotos tiempos una cultura, que hoy es objeto de estudio por parte de misiones científicas para establecer los orígenes y los rasgos peculiares de este pueblo. Se inició, a partir del Siglo XXXIII a. C., una cultura que presenta ya un considerable desarrollo en el Siglo VII a. C. , según las fechas de Carbono 14 obtenidas recientemente asociadas a la agricultura, la cerámica, la orfebrería y el arte escultórico.
Las diferencias marcadas entre objetos,indumentaria, vestuario y trabajo lítico, observados en las esculturas, hace suponer que la necrópolis de San Agustín fue el lugar donde varias etnias americanas desde lugares distantes traían sus muertos principales a sepultar y de la que hacen parte el Parque Arqueológico Nacional de Tierradentro y el Parque Arqueológico de San Agustín
ORGANIZACIÓN SOCIAL
Los rasgos peculiares que caracterizan el florecimiento de la cultura de San Agustín, entre el 300 d. C. al 800 d. C., tales como el gran desarrollo de la estatuaria lítica, que presenta una etapa ya muy avanzada desde el siglo VII a. C., la construcción de grandes terraplenes o aterrazamientos para la localización de las necrópolis, la edificación de muros de contención, las tumbas revestidas con grandes lajas de piedra, algunas, las principales, cubiertas con montículos artificiales coronados con templetes funerarios, las fuentes ceremoniales labradas en la roca viva, reflejan una adelantada organización del trabajo y una estratificación social y política. La escultura, en particular, indica claramente una verdadera especialización del trabajo, ya que esta actividad, dado el grado de complejidad y de adelanto que alcanzaron sus artífices, supone una gran habilidad profesional, un notable talento artístico y en especial un profundo conocimiento de las creencias mágico-religiosas de la tribu, a través de una larga tradición de tales manifestaciones religiosas. Además, diferencias que se aprecian en la estructura de los sepulcros de un mismo yacimiento, sin indicaciones claras de una secuencia cultural, hablan más de una estratificación social, puesto que la cerámica y otros elementos del ajuar funerario atestiguan la contemporaneidad de unos y otros. Tal estratificación estaría basada sobre la diferencia entre los grupos ocupacionales y en la jerarquía política y religiosa, consolidada en la formación de pequeños señoríos, una organización típica de la mayor parte de los grupos indígenas encontrados por los españoles en el siglo XVI en la región andina de Colombia.
UBICACIÓN
Se puede afirmar que la economía agustiniana se basó en el cultivo del maíz, complementado con el de los tubérculos y frutos, así como por la caza y la pesca. Además durante las últimas fases del poblamiento el maní procedentes de las selvas del oriente, el cual desempeño un papel importante en la alimentación.
Es factible que la población de San Agustín mantuviera a lo largo de su historia un control vertical sobre los diversos pisos térmicos posibles, en este caso una densa población habría tenido acceso a un sinnúmero de recursos propios de tierras de muy diversos climas, desde los páramos hasta las templadas vertientes del ramal andino.
ORGANIZACION POLITICA
Poco se puede afirmar sobre el modelo de organización política de este pueblo escultor. La sociedad agustiniana se organizaba en "Cacicazgos" con una clara estratificación social y económica de la población. En este caso, el papel de los líderes políticos y religiosos habría sido destacado, sin embargo, es seguro que los pobladores más tardíos no tenían un sistema complejo de organización política.
Es posible que el poder de los caciques del alto magdalena en la región del Alto Magdalena en el siglo XVI cuente un modelo básicamente tribal; los roles políticos aún no estaban plenamente desarrollados y su poder dependía de la voluntad popular. Se presume asimismo, que la familia fue la base de la sociedad y que los agustinianos habitaron en casa muy juntas unas de otras.
TRADICIONES
Los pobladores de la cultura San Agustin eran muy buenos para trabajar con metales y piedra. Muchos artefactos con diseños sorprendentes se han encontrado en los últimos años en la región que habitaron.
La cultura de San Agustín es conocida por sus rituales funerarios complejos, donde el líder religioso fue un chamán, que llevaba una piel de Jaguar para representar su autoridad, el jaguar fue adorado y considerado generalmente como un símbolo de poder en la región.
La escultura era sorprendente, de gran tamaño y eran hechas de piedra. Estas enormes estatuas se caracterizan por su gran dimension y diseño, algunos miden hasta 5 metros. Las estatuas fueron hechas con fines religiosos, y se colocaban principalmente en los cementerios y otros lugares de entierro para acompañar al cadáver. Las mayorias de las esculturas comparten una mezcla de aspectos humanos y características animales, es decir, caracteristicas antropomorficas y zoomorficas. Muchas de estas piezas escultoricas se puede observar en el Parque Arqueológico de San Agustín, Colombia.
COSTUMBRES
Las culturas prehispánicas de América que nos han dejado huellas vigorosas de su existencia, son universalmente conocidas, La Inca, La Maya, y la Azteca. Sin embargo, existen otras culturas prehispánicas mucho menos conocidas y que, aún así, merecen atraer la atención de los especialistas y del público en general, por la grandeza y belleza de sus vestigios. Tal es el caso de la cultura de San Agustín, cuya milenaria herencia de piedra podemos hoy admirar en Colombia dentro del departamento del Huila.
Los monumentos denominados como agustinianos, integrados por estatuaria lítica, dólmenes y montículos, que en gran número se encuentran diseminados en un hermoso y extenso territorio del Macizo Colombiano; constituyeron el más importante centro de producción escultórica de toda la región andina, durante la época precolombina.
Cuando se produjo la Conquista, los monumentos funerarios que siglos atrás habían sido hechos en el valle que domina el primer curso del río Magdalena, yacían abandonados por circunstancias que todavía no se conocen bien. Una densa vegetación poco a poco, había cubierto de bosques el territorio ancestral que durante milenios, fuera el hábitat de una de las culturas prehispánicas más importantes de Colombia, tal como lo atestigua su estatuaria lítica monumental.
Los sitios donde anteriormente se había elegido los centros ceremoniales dedicados a culto funerario, o los lugares de habitación y los campos de cultivo, desaparecieron por la acción incontrolada de la naturaleza especialmente feroz en este medio.
En el transcurso del Siglo XVI, cuando lentamente comenzó a producirse la penetración española en la región del Alto Magdalena, esta se encontraba poblada por numerosas tribus indígenas, como son los Quinchana, Mulales, Laculata y Laboyos. Es posible que hubieran ocupado este territorio debido a las presiones migratorias ejercidas por otros grupos, en épocas anteriores, a través del Alto del Magdalena.
El desconocimiento de los vestigios de esta cultura durante la Conquista fundamentalmente se debe a dos hechos: En primer lugar, esta cultura se extinguió antes de que llegaran los españoles por lo tanto no existió contacto. En segundo lugar porque principalmente se trataba de imágenes escultóricas, hechas para ser depositadas dentro de túmulos funerarios, que eran construcciones muy sencillas, que por esas mismas características rápidamente podían ser recubiertas por la vegetación, obras totalmente diferentes a la arquitectura pétrea colosal, que los conquistadores encontraron en México ó Perú.
expocicion de leidy galicia ,natalia carrillo,laura gutierrez, claudia mayorquin,valentina paez y cristian perenguez
MUISCAS
VIDEOS
http://www.youtube.com/watch?v=4yN4gZsPVy8
http://www.youtube.com/watch?v=xPnt43jRBEE
http://www.youtube.com/watch?v=EIOi80yUl_E
Historia muisca
Hasta 1450, todo lo que se narra antes de esa época, es de carácter mitológico, por cuanto se daba mas la influencia de las leyendas de personajes divinos y semidivinos dentro de la cosmogonía muisca. Sin embargo, gracias a la tarea de los cronistas de la época de la conquista y colonia de las Indias (como el de Lucas Fernández de Piedrahíta), se ha podido reconstruir los últimos años de existencia histórica de los muiscas.•Organización sociopolítica
La Confederación Muisca era la forma político-administrativa que se conformaba en el momento de la llegada de los conquistadores en 1537. La conformación presupuso el predominio de los psihiqua, jefes o caciques, dentro de cada comunidad.
ORIGEN: El origen y parte de la explicación de unidades políticas que trascendían la comunidad debe buscarse en los lazos de parentesco, como los que existían entre los caciques de Bacatá y Chía, Tunja y Ramiriquí o Duitama y Tobasía.Aunque la necesidad de unirse para ejecutar obras o comerciar o de aliarse temporalmente durante las guerras, haya desempeñado también un papel en la articulación confederal, entre los muiscas la tendencia preponderante llegó a ser la sujeción de las comunidades más débiles por las más fuertes, por medios militares.
Economía
La Confederación muisca explotaba los siguientes productos minerales:- Esmeraldas: aún hoy Colombia es el primer productor mundial de esmeraldas y son tenidas entre las más preciadas del planeta. Éstas vienen del territorio que constituía la Confederación muiscas.
- Las minas de cobre.
- Carbón: tanto vegetal como mineral. Hoy todavía se siguen explotando minas de carbón, por ejemplo en Zipaquirá, y en este producto Colombia es una de las principales reservas mundiales.
- Sal: las minas de sal de Nemocón, Zipaquirá y Tausa.
- Oro: el oro era importado y llegó a ser tan abundante que fue material principal para la artesanía muisca (orfebrería) con fines religiosos. Este material dentro del territorio de la Confederación más la tradición de Guatavita crearían el mito de El Dorado.
Cultura
Los muiscas constituían y constituyen una sociedad agrocerámica y manufacturera perteneciente a la región andina del norte de Suramérica. La manera de organización política ya descrita los hacía una unidad cultural compacta y disciplinada. Los aportes de los muiscas a la identidad nacional colombiana hoy son incuestionables, más aún porque la Confederación chibcha no era otra cosa que la máxima representación político-organizativa de una cultura y una familia linguística mayor. El estudio de la cultura muisca es motivo de permanente investigación y ello contribuye en parte a entender la identidad del colombiano.
Religión
Los sacerdotes se formaban desde la infancia y eran los responsables de dirigir las principales ceremonias religiosas. Nadie más que los sacerdotes podía entrar al interior del templo. La religión muisca contemplaba los sacrificios humanos, pero es probable que a la llegada de los españoles estos hubieran desaparecido tiempo antes y los relatos de sacrificios humanos entre los muiscas sean historias transmitidas por tradición oral, pues no existe un testimonio de primera mano que mencione un sacrificio humano contemporáneo a la presencia de los españoles. En todo caso las fuentes coinciden en que cada familia debía ofrecer un hijo a los sacerdotes, el cual era criado por ellos como persona sagrada y a los 15 años era sacrificado a Xue, lo que constituía un honor para la familia y para la víctima. Junto a las actividades religiosas, los sacerdotes participaban de la vida de la comunidad con recomendaciones acerca de la agricultura o mediando en casos de conflicto entre los líderes políticos.Poblamiento muisca
En la actualidad los estudiosos coinciden en que el grupo humano muisca inmigró hacia el Altiplano Cundiboyacense en una época comprendida entre el 5500 a. C. y el 1000 a. C., es decir, durante el periodo preclásico por las numerosas evidencias arqueológicas encontradas en sitios como Aguazuque y Soacha. Como todas las culturas del preclásico, los mismos estaban en una transición entre cazadores y agricultores.Idioma
El chibchano, muysca cubun o muisk kubun, pertenece a la familia lingüística chibchaque se extendió por varias regiones de Centroamérica y el norte de Suramérica. Los tayrona y los U'wa, que pertenecen a la misma familia muisca, hablan un idioma relacionado, lo que permitió que los tres pueblos establecieran fuertes nexos de intercambio económico y espiritual. Muchas de las palabras muiscas entraron a formar parte del castellano colombiano así:
- Nombres geográficos: se conservaron los nombres de poblaciones y localidades. En muchas ocasiones los conquistadores nominaban una fundación española con un nombre castellano y otro muisca (por ejemplo Santafé de Bogotá). La toponimia de los municipios de los departamentos de Boyacá y Cundinamarca, en su mayoría provienen del muisca: Bogotá, Sogamoso, Zipaquirá, Chía, Soacha, Bojacá, Bosa, entre muchos otros. También la palabra chucua para designar un pantano.
- Nombres naturales: la curuba y la uchuva, por ejemplo, son frutas.
- Relaciones: al hijo menor se le dice cuba, a una muchacha se le dice china, muysca significa ‘gente’.
IMAGENES DE LOS MUISCAS
LEY MUISCA
CA
CULTURA MUISCA
TUMBA DE LOS MUISCAS
MAPA
miércoles, 27 de octubre de 2010
domingo, 24 de octubre de 2010
Gisselle Hernandez
Los olmecas: su entorno y desarrollo
A lo largo del siglo xx, los arqueólogos establecieron que la comunidad llamada olmecas uixtotin (gente del caucho) fue una der las primeras en originar una civilización. A esta conclusión llegó la sociedad mexicana de antropología en 1.942, luego de examinar los restos arqueológicos acumulados hasta entonces, principalmente desde el descubrimiento de cabezas colosales halladas en 1.862 y dadas a conocer por José melgar.
Como sucedió en otras comunidades de la antigüedad, los olmecas ocuparon un territorio situado en valles fértiles aptos para la agricultura a lo largo de las cosas de golfo de México, que corresponde al actual estado de México y parte de Guatemala
Gissele Hernandez
Arte olmeca
Cabeza olmeca, en La Venta. El arte olmeca era muy complejo, tiene muchos elementos que aún se están investigando. Los más importantes y conocidos son posiblemente las Cabezas colosales Olmecas, que son un ejemplo de escultura monumental y una de sus mejores representaciones artísticas. Se cree que pueden representar a guerreros o a jefes. Se conocen 17 ejemplares, la mayoría de ellos repartidos entre el Museo de Antropología de Xalapa y el Parque Museo La Venta. Una característica llamativa de estas cabezas colosales es la marcada apariencia negroide, lo que ha llevado a diferentes conjeturas. Se han lanzado hipótesis, después rechazadas, que sugieren algunos contactos interoceánicos en tiempos antiguos. Las nueve primeras cabezas que se encontraron, estaban primero en San Lorenzo, y se trasladaron a La Venta, donde fueron enterradas. Se cree que podrían representar cabezas de enemigos, de ahí el enterramiento; o de jefes, y se enterraron cuando éstos murieron. Se cree que podrían tener rasgos idealizados, felinos, y de ahí ese aspecto. También se cree que son guerreros y no dioses por los cascos que llevan. Fueron construidas con basalto traído desde grandes distancias. Pesan varias toneladas, y miden hasta tres y cuatro metros de altura. En los lugares donde se establecieron los Olmecas había muchos animales y plantas que les sirvieron para alimentación, pero también aprendieron a cultivar maíz, frijol y calabaza que aseguraban comida para todos y ya no había necesidad de ir de un lugar a otro. Entre las plantas que consumían se encuentran numerosos árboles frutales como la guayaba y el zapote.
Entre los animales que les servían para alimento estaban los tlacuaches, monos, guajolotes, venados, tapires, pavos silvestres, peces, mariscos y aves acuáticas. Es probable que también criaran abejas para obtener miel. Los olmecas realizaron más esculturas de este tipo, como El luchador olmeca, que muestra un personaje barbado, con brazos y piernas doblados, lo que le da un aspecto realista único en todo el arte prehispánico. También hay otras obras importantes como El enano de jadeíta o El Señor de las Limas. Esta última escultura lleva entre los brazos a un niño, que en realidad se cree que es una divinidad, con rasgos propios del hombre-jaguar, al que se ha llamado erróneamente baby-face (cara de niño), y probablemente representa el nacimiento del dios jaguar. Hay otro tipo de escultura, los altares, que son bloques trapezoidales, con representaciones religiosas esculpidas en los laterales, y tienen un agujero del que sale un personaje, que tiene la forma de una boca de dragón o jaguar, que probablemente represente el nacimiento de un dios desde el inframundo. Se han encontrado en esa misma zona elementos de alfarería, figurillas y fragmentos cerámica que corresponden al periodo de crecimiento entre el año 1500 y el 1150 a. C. La cerámica es lo más pobre de la cultura, normalmente monocroma, y sin una gran variedad de tipología. De color negro y sin decoración elaborada. El uso del basalto y de la obsidiana comenzó a destacarse en esa época. Se constata el uso de cuarzo, piritas y todas las piedras duras. También se usaron otro tipo de piedras, como el jade, para realizar máscaras funerarias.
Gissele Hernandez
Religión
El 'Señor de Las Limas Su religión desarrolló todos los temas importantes encontrados en los cultos posteriores. Tenían una religión politeísta, gran número de sus dioses eran relacionados con la agricultura y otros elementos como el sol, el agua, los volcanes, etc.
El centro de su religión es el culto al jaguar, y aparece representado en la iconografía olmeca. Se le representaba con la característica boca olmeca, de forma trapezoidal, con las comisuras hacia abajo y el labio superior muy engrosado. En muchos casos con colmillos muy pronunciados, adornos supra ciliares y el cráneo hendido. Siempre aparece representado de la misma manera. No se sabe qué tipo de dios pudo ser. Se cree que pudo ser el origen del dios de la lluvia, que se desarrollará posteriormente en muchos puntos de Mesoamérica.
Hay muchos animales considerados dioses, como el caimán, sapos, reptiles, todos animales de la zona. Normalmente, aparecen mezclados entre ellos, cabezas de unos y cuerpos de otros, creando seres mitológicos. En ocasiones para sus representaciones religiosas tienden a la abstracción, con lo cual no se sabe exactamente qué pudo significar.
Se cree que pudo ser una religión dinástica, sus dioses estarían relacionados directamente con los gobernantes, con los señores de los centros ceremoniales, gobernantes con poderes sobrenaturales, descendientes directos de las divinidades.
Es una religión compleja, que no se ha conseguido descifrar aún. Pero se cree que pudo tener toda una doctrina aceptada por el pueblo, para justificar, explicar y legitimar a los linajes gobernantes, las desigualdades sociales, las fuerzas sobrenaturales y establecer vínculos entre éstas y los gobernantes. La religión estaría institucionalizada, con un cuerpo doctrinal y su panteón. De esta forma también los líderes gubernamentales utilizaban un símbolo de una figura de animal para identificarse
Cultura
Ya que la cultura olmeca fue la primera civilización en Mesoamérica, se afirma o se especula que muchos logros mesoamericanos tuvieron lugar por primera vez en el seno de su cultura. Entre otras cosas, se acredita a los olmecas el desarrollo del juego de pelota, el calendario, la escritura y la epigrafía.
Se cree que los olmecas fueron los primeros en desarrollar una escritura jeroglífica para su lenguaje, en 2002 se descubrió un caso que data de 650 a. C., [4] y en 2006 otro de 900 a. C.,[5] lo cual supera en antigüedad a la escritura zapoteca, y convierte a la escritura olmeca en la más antigua del hemisferio occidental. Se han encontrado ciertas representaciones en algunas estelas que podrían ser petroglifos, y según algunos historiadores cuenta la vida de un gobernante, pero todavía no tiene la unanimidad de la comunidad internacional.
Gisselle Hernandez
San Lorenzo
El centro olmeca más antiguo registrado es el de San Lorenzo (1150 a. C. aprox.), situado en la cuenca del río Coatzacoalcos, en el estado de Veracruz. El inicio del florecimiento de la cultura olmeca en este sitio comenzó alrededor del año 1150 a. C., época de la que datan la mayor parte de las esculturas y elementos arquitectónicos que caracterizan a la cultura olmeca, muchos de los cuales se conservan en el sitio. San Lorenzo fue saqueado en el año 900 a. C., y las esculturas monumentales sufrieron un intento de destrucción; algunas se enterraron, y otras fueron trasladadas al centro ceremonial La Venta.
La Venta
Tumba olmeca en La Venta, Tabasco. La Venta es el centro ceremonial más grande y más importante de la cultura olmeca, localizado en el actual municipio de Huimanguillo, en el estado de Tabasco, se ubica en un islote rodeado por ríos y zonas pantanosas, y está trazado sobre un eje Norte-Sur. En La Venta se han encontrado un gran número de tumbas con ajuares muy ricos, con cerámica y figurillas de piedra. También se han encontrado cabezas colosales y tronos. Se cree que pudo llegar a albergar hasta a 18.000 habitantes. Sufrió una gran decadencia y fue abandonado y destruido, aunque se desconocen los motivos
Tres Zapotes
El centro ceremonial de Tres Zapotes fue el último en desarrollarse. Es el más conocido porque fue el que sobrevivió hasta una época más cercana, pero la civilización olmeca que se desarrolló aquí fue una cultura ya en decadencia, no el esplendor que vivió en los centros ceremoniales anteriores.
Estos centros ceremoniales tenían función de ciudades, y en ellos se construyeron edificaciones de tierra y adobe, por lo cual han perdurado pocos restos. Se construyeron montículos con templos en la parte superior, lo que se podía considerar como un precursor de las pirámides mesoamericanas. También construyeron edificaciones en torno a patios centrales, característicos de las civilizaciones posteriores en la zona. Desde el 900 a. C. existen pruebas de bruscos cambios políticos; como muestra, el intento de destrucción de algunas de las cabezas olmecas
Gissele Hernandez
Historia de las investigaciones sobre los olmecas
La abuelita, escultura del yacimiento arqueológico de La VentaLa cultura olmeca fue descubierta en la segunda mitad del siglo XIX. En 1862, el viajero mexicano José María Melgar y Serrano descubrió, fortuitamente, en Hueyapan de Mimen di (Santiago Tuxtla, Veracruz), el primer monumento olmeca: una cabeza colosal. En los años 1920, Frans Blom de la universidad de Tulane descubre el sito arqueológico de La Venta, en el estado de Tabasco, pero erróneamente asigna las ruinas a los mayas. Al final de los años treinta, el arqueólogo norteamericano Matthew Stirling, del instituto Smithsoniano de Washington, lleva las primeras excavaciones detalladas de algunos sitios olmecas de la costa del Golfo como La Venta, Tres Zapotes y San Lorenzo. Durante los años cuarenta, Miguel Covarrubias y Alfonso Caso afirman que la cultura olmeca es antigua y constituye la "cultura madre" de Mesoamérica. A partir de los años 1950, la antigüedad de los olmecas es confirmada por métodos de Carbono 14.
Si para la mayoría de los especialistas como Michael D. Coe o Richard Diehl, la cultura olmeca es originaria de la costa del Golfo (ZMO: Zona Metropolitana Olmeca), para la escuela francesa promovida por Christine Niederberger [2] y desarrollada en particular por en: Caterina Magni,[3] la cultura olmeca aparece como un conjunto multiétnico y plurilingüístico que se extiende sobre la mayor parte de Mesoamérica desde 1200 hasta 500 a. C.
La presencia olmeca se certifica en México (costa del Golfo, costa del Pacífico y altiplano central), principalmente en la zona costera del Golfo de México entre los ríos Papaloapan y Grijalva, pero también en lugares como Chalcatzingo (Morelos), Teopantecuanitlán (Guerrero).
Más allá de las fronteras mexicanas, vestigios de una presencia olmeca se encuentran en Guatemala (Takalik Abaj), Belice, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica.
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